El FBI investiga si la multinacional Herbalife es una estafa piramidal

ABC.ES/EMILI J. BLASCO / WASHINGTON Las autoridades estadounidenses han abierto una investigación a Herbalife, compañía que vende conocidos productos de nutrición y dietética, por si hay algún tipo de delito en su modelo de negocio. La Oficina Federal de Investigación (FBI) ha confirmado que lleva varios meses observando la empresa, con sede en Los Angeles, pero no ha dado detalles sobre el tipo de irregularidades que se estarían clarificando. De momento no ha sido detenido ningún ejecutivo de la firma.

En diciembre de 2012, Herbalife fue acusada por un financiero de Wall Street de sostenerse sobre un negocio piramidal; algo que la dirección de Herbalife niega. A raíz de la información de que está siendo investigada por el FBI, revelada por el «Financial Times», Herbalife emitió un comunicado en el que dice desconocer que agentes federales estuvieran analizando su actividad. «No hemos recibido ninguna petición de información, ni formal ni informal», decía el comunicado.
Herbalife fue fundada en 1980 por el carismático Mark Hughes y vende productos de nutrición para una alimentación más saludable y para la pérdida de peso en ochenta países. La noticia provocó el viernes la mayor caída de Herbalife en la Bolsa. La compañía tuvo en 2013 una facturación de 4.800 millones de dólares y un ingresos netos de 527 millones de dólares.
Los productos de Herbalife no se venden en tiendas, sino que sondistribuidos por tres millones de vendedores, que además ayudan a seguir dietas a los clientes. Esos distribuidores son pagados mediante las comisiones que reciben por implicar a más gente que quiera trabajar de vendedores.
Hace un año, el gestor de «hedge funds» Bill Ackman, aseguró que Herbalife operaba de acuerdo con un esquema piramidal. Ackman dijo que la gran mayoría de los vendedores perdían dinero, mientras que solo unos pocos en la parte de arriba de la estructura piramidal ganaban sustanciales cantidades. Herbalife respondió que se malinterpretaba su funcionamiento interno, pues los vendedores también se beneficiaban de la compañía, al recibir descuentos para el consumo de productos.
La operación en marcha es una investigación criminal, por lo que de llegar a conclusiones de delito, las consecuencias serían más dañinas para la compañía que una investigación civil.

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